Toda PYME llega a una etapa en donde se hace necesario automtizar los procesos informativos de la misma. Una de las posibilidades consiste en implementar un sistema ERP que integre todas las entradas y salidas de información de la empresa.
Tres factores son los que nos indican la necesidad de un sistema. El primero es el número de operaciones diarias de la empresa a nivel de información (mayor volumen de facturación, mayor cantidad de entradas y salidas de inventario, mayor cantidad de compras, etc).
El segundo factor es el número de empleados involucrados en el quehacer diario de la empresa. Un mayor número de empleados necesitan una manera efectiva de comunicarse, de plasmar la información que fluye de un área a otra de la compañía.
El tercer factor es la cuestión financiera, específicamente la posibilidad de costear la implementación de ese sistema. El proceso de implementación conlleva un cambio de cultura organizacional, un tiempo quizás muy amplio para echar a andar el engranaje donde todos los componentes se complementen y sobre todo una inyección monetaria cuyo punto de retorno de la inversión habrá que evaluar con cuidado.
Estos tres factores deben ser vigilados por los responsables de la PYME, porque puede darse la ocasión muy temprano en el desarrollo de la empresa de necesitar una solución integral para unificar los procesos informativos y para poder tomar las decisiones vitales para el desarrollo del negocio.